Existen dos condiciones de salud que son conocidas por aumentar drásticamente la probabilidad de verse afectado por la dermatitis seborreica. E Investigar las disfunciones del sistema nervioso en estas condiciones descubre algunas pistas interesantes que destacan aún más su potencial papel en los síntomas de la dermatitis seborreica.
Relación entre Parkinson y dermatitis seborreica
Si bien la tasa de dermatitis seborreica en la población general se estima aproximadamente en un 3%, en las personas que padecen la enfermedad de Parkinson esta cifra se eleva más cerca al 50% [1].
Debido a esta relación llamativa, a menudo se discute y menciona la dermatitis seborreica en la literatura que examina la enfermedad de Parkinson. Por ejemplo, en un documento de 2017, los autores clasificaron la dermatitis seborreica como un «rasgo premotor de la enfermedad de Parkinson referible a la disregulación del sistema nervioso autónomo» [2].
Para poner esta relación en contexto, puede tener sentido revisar primero la enfermedad de Parkinson. Si bien una revisión en profundidad se escapa al alcance de este trabajo, algunas de las características más importantes de la afección incluyen:
- Un trastorno neurodegenerativo común
- Puede ser genético, pero con más frecuencia es idiopático (puede surgir repentinamente)
- No existe un tratamiento definitivo
- El temblor, la rigidez y la pérdida de equilibrio son los síntomas más frecuentes
Posiblemente una forma más concisa de resumir la afección es que se trata de una miríada de síntomas que surgen de la incapacidad del cuerpo para coordinar adecuadamente la actividad del sistema nervioso.
Y dos características específicas de la enfermedad de Parkinson parecen ser más relevantes para la alta tasa de dermatitis seborreica observada entre quienes la padecen:
Un tema recurrente que hemos visto en gran parte de las pruebas discutidas en este capítulo hasta ahora.
Pistas adicionales de los problemas del sistema nervioso autónomo observados en el SIDA
Ya se mencionó anteriormente en este libro la conexión entre el SIDA y la dermatitis seborreica, pero repasemos nuevamente este tema en el contexto del sistema nervioso.
De todas las afecciones de salud, el VIH/SIDA parece tener la mayor influencia en la probabilidad de que un individuo desarrolle dermatitis seborreica (3% en la población general frente a entre el 34% y el 83% en personas con SIDA [5]).
Una forma de considerar esta conexión es que el SIDA tiene un impacto desastroso en la función inmune, permitiendo que el hongo malassezia, principal sospechoso de la dermatitis seborreica, prolifere libremente y cause estragos en la superficie cutánea. Desde esta perspectiva, el sistema inmune y su capacidad para hacer frente adecuadamente al hongo malassezia se encuentra en el centro de los síntomas cutáneos resultantes.
Sin embargo, otra forma de considerar esta conexión es tener en cuenta el impacto del SIDA en el sistema nervioso autónomo. Y una revisión rápida de la literatura revela lo siguiente:
- La disfunción del sistema nervioso autónomo es común entre las personas infectadas con VIH [6, 7]
- El daño de la fibra del nervio autónomo es una característica del VIH y ocurre temprano en el curso de la infección [8]
- Una posible razón para que el VIH promueva un sesgo simpático es mejorar su tasa de supervivencia al modificar el equilibrio de la respuesta inmune TH-1/TH-2 (considerándose la primera más proinflamatoria y la segunda más antiinflamatoria) [9]
De acuerdo con esta línea de razonamiento, es posible que el papel del desequilibrio autonómico y su efecto tanto en la producción de sebo [10] como en la sudoración [11] conduzca a una micro flora cutánea desestabilizada; mientras que el sistema inmune debilitado que favorece la respuesta TH-1 (inflamación) simplemente aumenta la magnitud de los síntomas de dermatitis seborreica experimentados.
Mejorar el equilibrio autonómico a través del ejercicio cardiovascular
Curiosamente, uno de los métodos más sencillos para reducir el impacto del efecto del VIH en la función inmune autonómica es mediante la mejora de la aptitud cardiovascular [12].
Resumen de la sección
Esta sección examinó la frecuencia con la que ocurre la dermatitis seborreica entre las personas afectadas por la enfermedad de Parkinson y el SIDA.
Puntos clave:
- Se estima que la dermatitis seborreica afecta hasta el 50% de las personas que padecen la enfermedad de Parkinson y del 34% al 83% de las personas con SIDA
- La enfermedad de Parkinson se clasifica como un trastorno neurodegenerativo y la pérdida del control neural sobre la producción de sebo y sudor es común
- La evidencia sugiere que el VIH también influye en el sistema nervioso central; promoviendo el sesgo simpático que aumenta los niveles sistémicos de inflamación y desestabiliza la producción de sebo/sudor
- La investigación especula que la desestabilización de la producción de sebo/sudor podría estar directamente relacionada con la alta tasa de incidencia de dermatitis seborreica observada
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